Todos agarraditos a la cuerda, mirando al frente. A veces, tropiezan entre si; los hay que se emboban con una mosca. Qué ricos, calladitos y en fila… Irán de paseo al parque, en la hierba se está fresquito.
La ´seño´ vuelve a regañar al de la camiseta azul y la gorra torcida. ¡Vamos, Luis! Luis se embelesa con el perrillo de la mujer del quiosquero, ¡guau! ¡guau! ; con la paloma que revolotea en el asfalto; con la bandera de España que cuelga de una ventana. Da un traspié. La seño activa el silbato y levanta los brazos: A ver, cantemos: “Des-pa-cito-y-sin-em-pu-jar, mi amigo va delante y yo voy detrás…”, guauuu. El perrillo, al ver que los niños se alejan, se ha quedado triste; como yo.
De repente, me encaramo a la barandilla de la terraza y salto a la calle. Conecto la turbina en mis extremidades inferiores, como "el Correcaminos" de la Warner Brothers, y alcanzo al grupo. Luisito sigue abstraído; se le ha soltado la cinta de la zapatilla y no consigue esquivarla. Me cuelo en su mochila, y me acomodo entre el batido de chocolate y el paquetillo de galletas. Quiero exprimir a "Coyote” y encontrar a "Bugs Bunny"; creo que este niño me ayudará en el camino.
De repente, me encaramo a la barandilla de la terraza y salto a la calle. Conecto la turbina en mis extremidades inferiores, como "el Correcaminos" de la Warner Brothers, y alcanzo al grupo. Luisito sigue abstraído; se le ha soltado la cinta de la zapatilla y no consigue esquivarla. Me cuelo en su mochila, y me acomodo entre el batido de chocolate y el paquetillo de galletas. Quiero exprimir a "Coyote” y encontrar a "Bugs Bunny"; creo que este niño me ayudará en el camino.
6 comentarios:
¡Que tierno y evocador!
Precioso
Un abrazo
Gracias, guapa. Parece ser que Chuck Jones, creador de los personajes decía eso de que un coyote hambriento es capaz de alcanzar a un Correcaminos. Para él, el Coyote era su realidad y Bugs Bonny sus metas. De ahí mi final en el texto.
También va un guiñe al niño que llevamos dentro (o que nos lleva, como en este caso).
besos de batido y churretes.
Es que la frescura de la inocencia de los chicos resulta un remanso en medio de las urgencias diarias...
Abrazos!
Y que lo digas, Neo. Un remanso, un remanso.
Besotes de guardería
Me encantan estos pequeños relatos, tan llenos de ternura. Un beso.
¡Guau!, genial; qué bien Mercedes. Precioso guiño.
Bikiños
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