jueves, 20 de diciembre de 2018

La calidad del pensamiento


Gustav- Klimt

Pues no sé qué decirte, Brandon. Pero cuando uno descubre que todo lo que nos ocurre está ahí para que aprendamos, y que, en cuanto lo tenemos claro, desaparece cualquier vestigio de infelicidad, dolor y sufrimiento…, la vida se convierte en una inmensa oportunidad de jugar, experimentar y disfrutar de esta especie de paraíso secreto y fascinante. Lo único que tengo que hacer es cambiar la calidad de mis pensamientos. Esto es: donde antes decía: «Vaya mierda de día, a ver dónde voy con estos pelos», pues que ahora diga: «Vaya día luminoso. Preparo una mochilita y al campo, a buscar “tesoros” (llámese tesoros a una planta, una piedrita singular, una pluma de ave..., o el simple y maravilloso valor del silencio).

Otra manera de sanear el pensamiento sería dejar que mi hija se equivoque, esperar a que me pidan opinión para opinar o comprender que los ojos con los que yo veo el mundo no se los puedo ceder a otro para que vea lo que yo veo (o lo que me pierdo).

Pues, hala, Brandon, escribe cinco veces (más sería inútil, porque entraríamos en la rutina): “Todo lo que ocurre está dentro de mí”. Y que tengas un día mágico. ¿La llave? = en tu bolsillo.

Mercedes Alfaya.

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