Te toca mover ficha; ten cuidado, ya no me dejo comer.
Antes de avanzar por el tablero, tendrás que devolverme los poemas que te regalé; los sueños que me robaste; las noches infinitas deshojando estrellas entre los dedos.
La vida es juego. Tú ya lo sabías, yo apenas lo sospechaba.
Te toca mover ficha, avanzar por tu cuenta o acoplarte en mi casillero, junto a esa pieza lánguida e inmóvil que se empeña en esperarte; no me iré a casa, ni tú te contarás veinte -las reglas las pongo yo-, te dejaré avanzar conmigo, sin trampas, sin huidas; y te perdonaré la vida, una vez más.
Antes de avanzar por el tablero, tendrás que devolverme los poemas que te regalé; los sueños que me robaste; las noches infinitas deshojando estrellas entre los dedos.
La vida es juego. Tú ya lo sabías, yo apenas lo sospechaba.
Te toca mover ficha, avanzar por tu cuenta o acoplarte en mi casillero, junto a esa pieza lánguida e inmóvil que se empeña en esperarte; no me iré a casa, ni tú te contarás veinte -las reglas las pongo yo-, te dejaré avanzar conmigo, sin trampas, sin huidas; y te perdonaré la vida, una vez más.
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Mercedes Martín Alfaya.
2 comentarios:
Esos dados sólo tienen cincos y seises... pero no hay prisa por llegar al final...¿buscamos un dado con sólo unos y vamos de la mano?
besos
Perdonarle la vida sin jaque mate, una nueva oportunidad, hay que avanzar de la mano, de no ser así....malo, malo.
Besitos.
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