jueves, 20 de mayo de 2010

Lugares no comunes.

Hemos terminado los talleres presenciales sobre "Construcción de Relato" en la Biblioteca de Arroyo de la Miel.
Este ha sido mi trabajo de fin de curso.

Lugares no comunes
Ya no lo soporto más.
Se han repartido el espacio y no sé dónde colocar mis cosas. En la nevera, si decido guardar mis hamburguesas en la parte superior, junto a los yogures desnatados de mamá, sus bandejas de verdura y sus tetrabrik de soja, papá dice que me he pasado al otro bando. Si las coloco abajo, entre las conservas, encurtidos y botellines de cerveza, mamá no me habla. Y digo yo, que esto es como atravesar la calle en medio de un bombardeo: o te pegas a un lado o al otro, pero en medio, nunca.
La hora de usar el baño es otra historia, porque ahí ninguno de los dos me reclama. Mi padre dice que me vaya al de mamá, que lo dejo todo hecho un asco, y que él no tiene tiempo de andar limpiando. Y mamá, cuando me ve toalla al hombro, maquinilla de afeitar y periódico en mano, se coloca en jarra y argumenta, que habiendo dos baños en casa, mejor que los hombres se apañen juntos.
Claro que, es en el almuerzo donde peor lo paso. Mi padre duerme en el salón y, si quiero usar la mesa-comedor, tengo que pillar el autobús de las dos menos cinco; de lo contrario me encuentro el salón cerrado y un cartel: “No molestar, estoy durmiendo la siesta”. Y no entres, que te forma la de Dios. Y como yo no tengo un céntimo para comer fuera como hace mamá, pues eso… Que ya no aguanto más. Me acabo de zampar tres yogures, cuatro latas de berberechos, un bocadillo de chorizo, un kiwi y dos berenjenas con miel. Me bebí tres cervezas, el zumo de dos limones y un tetrabik de soja…, y me estoy sintiendo fatal. Ya que papá y mamá siempre andan discutiendo y todo lo quieren por separado, a ver, cuando lleguen a casa, lo que tardan en decidir cuál de los dos me lleva a urgencias.

3 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es que las convivencias, nunca fueron fáciles!...después se extraña, claro!

Un abrazo.

Ave Mundi Luminar dijo...

Jo, que pasada.... la mirada infantil, el destello infinitamente inocente escondiendo una profunda trajedia que marcará posiblemente la percepción de una vida entera.

Un abrazo enorrrme.

tag dijo...

Vaya relato más bien relatado.
(Valga la redundancia).
Eres capaz de escribir las situaciones más dramaticas como si fuera un cuento apto para todos los publicos.
Me ha encantado tu trabajo de fin de curso.

Un besito.
Ahora ya sé donde encontrarte