Hritshvits
Yo soy tu sombra, el silencio imprevisible que te acompaña cuando
ríes y, sobre todo, cuando lloras. Tú eres tú, tanto si aciertas
como si fallas; errar es parte de ti, es parte del camino.
Yo soy tu lecho, tu murmullo de plumas nuevas, el lugar al que puedes
regresar sin dar explicaciones. Llora, llora tus heridas y deja que
ese llanto salpique las paredes de tu alma, donde las pequeñas gotas
de sal aniden sin miedo ni orgullo. No me busques, no me llames, no
sientas mi ausencia... Voy contigo, de la mano (como a ti te gusta).
¿Recogieron
tus labios todos los besos de espuma que te dejé?... Hay más… Y
debes saber que rasgaré cualquier velo que se interponga entre
nosotros, y usaré todo lo que necesite para acercarme a ti; de eso
no tengas duda. Lo único que te pido es paciencia; todavía me
cuesta acostumbrarme a lo efímero y cambiante del mundo en el que
habitas.
Mercedes Alfaya
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