Abuela, ¿sabes qué? Ayer se me
cayó otro diente. Lo puse debajo de la almohada y ¿a que no sabes lo que ha
hecho el Ratoncito? Pues, en vez de llevárselo, me lo ha dejado ahí, acurrucado
y, además, me ha devuelto todos los dientes que se llevó. Porque lo que quería
el Ratoncito Pérez era cuidármelos y que no se me perdiera ninguno, así todos
juntitos y limpios.
Oye, abuela, ¿tú crees que si yo
le escribo una carta al Ratoncito y le digo que me ha gustado mucho y que le
voy a dejar arroz para que construya su casa con los granitos sin tener que
llevar regalos a los niños y sin tener que esperar a que se nos caigan los
dientes, la leerá?
3 comentarios:
Seguro que la leera. Tiernas he inocentes, criaturas.
Un abrazo.
Seguro! porque las fantasías se alimentan de historias....
Besos de helado de gofio..
San, Gloria besos con regalos debajo de la almohada.
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