sábado, 10 de julio de 2010

Amigos...


Hace más de un año que se publicó este escrito en una página de internet y todavía recibe comentarios (acabo de ver otro). Esto indica (a mi entender) que a la gente le gusta. Pues nada, lo comparto aquí también.
Feliz fin de semana.

* * *
Amigos (Mercedes Martín Alfaya)
Tengo un amigo que me está enseñando a montar en bicicleta. Antes, yo lo había intentado muchas veces por mi cuenta, pero como siempre terminaba en el suelo, lo dejé. Él dice que no debo tener miedo, que las caídas forman parte del aprendizaje y que lo importante es no correr, mantener el equilibrio y no perder de vista el frente.
Ayer, lo pasamos de fábula porque, como soy tan loca, intenté una maniobra por mi cuenta y casi me estampo contra el muro. Entonces, mi amigo me agarró del sillín y corrió conmigo: “Eso es, eso es”, me decía, y yo sentí que me elevaba en el aire. Cuando se fue, estuve practicando un rato y me pareció que él seguía allí, a mi lado, alentándo mi esfuerzo y recordándome que puedo conseguir todo aquello que me proponga. Qué curioso, a veces pienso que los amigos son como los ángeles; pero mi amigo más.


5 comentarios:

Ardilla Roja dijo...

Y yo me alegro de que lo compartas porque no lo conocía.

Es una verdad indiscutible. Los amigos son como angelitos; aunque unos son más especiales que otros.
Quien resulta elegido es afortunado.

Buen fin de semana, Merce
Un abrazo

Lucio Anneo dijo...

Afortunada la protagonista porque tuvo un ángel para guiarla... algunas personas aprenden a montar en bici por si solas. El relato, impecable.
Saludos.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

En esos pequeños gestos es que la amistad se puede valorar...esa presencia constante cuando más la necesitamos...de eso se trata la cosa!

Abrazos.

Susana dijo...

Hola Merce.

Además de pasar por tu casa para deleitarme, como siempre, con tus palabras, aprovecho apra mandarte un besote veraniego.

Espero que estés bien.

Muack.

Ave Mundi Luminar dijo...

Quizá ese ángel está a tu lado no por que sea todo bondad, sino porque tu tienes el don de verlo y valorarlo, estoy seguro de que él obtiene mucho más de ti que tu de él.

Ojalá sepais mantener por mucho tiempo el equilibro en esa cuerda floja, que supone el pisar justo en el lugar adecuado para evitar que magia que os mantiene unidos, no se pierda jamás...yo soy un verdadero desastre en ese sentido, por eso se lo que cuesta.

Me alegra leerte feliz Mercedes.